lunes 17 de agosto de 2009
El Cajas: un enclave mágico
Por Nefe¹_metah
El Parque Nacional Cajas se encuentra ubicado a 35 kilómetros de la ciudad de Cuenca (Ecuador). Su protección es responsabilidad de la M. I. Municipalidad de Cuenca.
Hay dos posibles orígenes de la palabra “cajas”.
El primero asegura que el Parque toma el nombre de la palabra quechua "caxas", que significa “frío”. La segunda dice que se debe a la apariencia semejante a “cajas” en la formación geológica reinante en la zona, en la que se encuentran las lagunas.
El Cajas es una zona ampliamente deportiva y recreacional. Pueden practicarse varios deportes como son la: pesca deportiva, caminatas, ciclismo de montaña. Además de esto, la zona se presta para la fotografía y las actividades de camping.
El lugar está conformado por 28.000 hectáreas, en donde se asientan más de 230 lagunas de diferentes tamaños. Estas lagunas controlan y regulan los pequeños cauces de los riachuelos a través de su drenaje, dando lugar a ríos como son: el Tomebamba, Mazán Yanuncay y Migüir. Cuenca depende de estos ríos para su abastecimiento diario.
La belleza de la zona contrasta con lo enigmático de la misma. No han sido pocos los testimonios que hablan de extrañas esferas surcando los diferentes puntos de esta geografía.
Los turistas que visitan el área se ven en ocasiones sorprendidos por extraños fenómenos luminosos en la parte alta de El Cajas. Formaciones de esferas de luz que se desplazan con movimientos inteligentes, como escudriñando la zona.
En una ocasión me contaban unos amigos, que viajaron a ese maravilloso lugar a acampar, los avistamientos de los que fueron testigos a eso de las 2 am, cuando el frío calaba hondo en los huesos y el chocolate caliente era un compañero fiel y oportuno.
Mi amigo, al que llamaré Carlos, me contó lo que en aquellas horas se hizo presente en tan remoto paraje.
El testimonio, recogido en el año 1995, es el siguiente:
“Eran las 2 de la madrugada de un sábado interesante. Estaba haciendo un frío demasiado intenso, así que decidimos preparar otra taza de chocolate para todo el grupo, que lo conformaban cinco personas, incluyéndome.
-Estábamos en esos menesteres –continúa Carlos- cuando, al salir a echar una mirada fuera de la tienda para inspeccionar la zona y controlar nuestra estadía allí, pude ver a unos metros del suelo una luz, no podría precisar su distancia, pero calculo que se encontraba a unos 100 metros de nuestra ubicación. Las dimensiones podrían ser pequeñas, calculo que unos dos metros o un poco más de diámetro. Era esférica y muy luminosa. Estaba posada sobre una pequeña loma e iluminaba la misma con gran intensidad.
Estaba maravillado con lo que veía que acerté a decir al resto que salga a observar aquello. Los demás también pudieron ver las maniobras de esa “máquina”, porque sin duda era una, una máquina tripulada. Yo no soy muy creyente en eso de los OVNIS y cosas así, pero eso, sin lugar a dudas, no pertenecía a nuestro planeta.
Estábamos con la vista clavada en esa esfera de luz, cuando de pronto se desplazó de una manera zigzagueante y ascendente unos metros más sobre el suelo y terminó por dispararse hacia las nubes a una velocidad que asombró. La perdimos de vista”.
Así describe Carlos su fascinante encuentro con lo desconocido. Una imagen que lo dejó marcado por muchos años.
Son varias las descripciones sobre estos fenómenos luminosos. Se dice que en ocasiones aparecen luces solitarias, pequeñas y de color amarillo intenso, proyectando un gran resplandor sobre el terreno. En otras ocasiones se ven acompañadas, formando conjuntos de varias luces (en ocasiones hasta 6), las mismas que recorren la zona y terminan desapareciendo.
Las altas horas de la noche son momentos propicios para su observación, esto junto con la ubicación exacta que se elija, conforman el lugar preciso y el momento apropiado para ser testigos de algo fuera de lo normal.
Cabe mencionar un dato adicional, a manera de inciso. Existen crónicas de antaño que hablan de misteriosos “zumbidos” acompañados de manifestaciones luminosas sobre los páramos. Extraños sonidos como producidos por abejas y la posterior manifestación de la fuente que los produce, al parecer foo-fighters, que son: pequeños bólidos luminosos de dimensiones oscilantes entre los 15 y 45 cm de diámetro, provistos de una luminosidad intensa, cuyo color varía entre el naranja y el amarillo. Sin duda unos avistamientos intrigantes.
En varios casos clásicos en el mundo y en épocas recientes se habla de estos misteriosos “zumbidos”, algunos acompañados de detonaciones impactantes, que preceden a la aparición de extrañas luminarias inteligentes que persiguen a quienes elijan. Incluso en varios sucesos acontecidos por todo el planeta, se habla de verdaderas persecuciones a autos por parte de estos “artefactos teledirigidos”.
Existen habitantes en la zona de El Cajas que han escuchado, de los labios de varios turistas, varias historias que ellos definen como “difíciles de creer”.
Por ejemplo, en una ocasión, un turista aseguró haber presenciado, cuando estaba acampando en un lugar descampado y en altas horas de la noche, un destello de luz que lo desarmó totalmente. El destello era impresionante, lo iluminó todo. Lo que terminó desestabilizando al testigo era que, la zona carecía de accesos vehiculares y tampoco había casas cerca. El destello era imponente, lo que le impulsó a salir de su tienda de campaña, acompañado de su amigo y la novia de éste. Al salir no llegaron a ver nada. La zona estaba tranquila y la oscuridad reinaba por donde se dirija la vista.
El caso pasó a un olvido momentáneo. Regresaron a su tienda de campaña cuando, segundos después de acomodarse para una plática sobre lo observado, escucharon algo que les llenó de asombro, lo definieron como un “zumbido leve”, como el efectuado por las abejas fuera de su panal. Parecían cientos de abejas que les rodeaban. Terminaron por esperar y ver si eso se esfumaba, como el caso del destello. En esos momentos estaban seguros de que algo extraño pasaba afuera y que lo del destello no fue una simple alucinación. De pronto, como llegó, terminó por desaparecer. Esperaron unos minutos para ver si algo más ocurría pero no fue así.
Pasados unos considerables minutos salieron al descampado y escudriñaron la zona para descubrir al causante de esos extraños fenómenos. No lograron ver nada, sin embargo su compañero y su novia si lograron avistar algo a la distancia. Se trataba de una luz. Al parecer llevada dirección E-O, es decir, que minutos antes había pasado por sus cabezas, pero jamás la pudieron ver cuando salieron a inspeccionar. Pero allí estaba, alejándose de su ubicación.
Luces misteriosas, “zumbidos” de naturaleza desconocida, y destellos que iluminan los agrestes campos del páramo y las tiendas de campaña de turistas y aficionados al camping, son las cualidades que posee la zona de El Cajas. Fenómenos que han venido despertando curiosidad y asombro en quienes se han visto sorprendidos por las acometidas de estos extraños sucesos luminosos.
Sin duda El Cajas se ha convertido en un enclave mágico más en el mundo. Un lugar que destila misterio y magia.
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1 comentarios:
wow !!! q increible.... justo ahora estamos con esa novedad que en el Cajas hace dias se vieorn ovnis
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